Hay sensaciones que no se pueden describir con palabras. Esa frase la escuchamos muchas veces pero cuando uno hace la prueba se da cuenta de que sí se puede, quizás no se la puede describir exactamente, pero se puede.
Una sensación que realmente no puedo describir con palabras y mientras me está pasando ni siquiera puedo entenderla con precisión me pasa cada tanto. Siempre aparece cuando estoy a punto de dormirme, en ese preciso instante en el que uno empieza a perder la noción del cuerpo, cuando estoy en esa transición entre lo real y lo onírico, como bajo los efectos de algún alucinógeno pero uno sabe claramente que no está bajo tales efectos. En ese preciso instante aparece, muy de vez en cuando, una sensación que siento repetida, la siento muy conocida, como si me hubiera pasado alguna vez hace mucho tiempo.
Casi todo ocurre en la boca, en mi boca. Es la combinación de varias sensaciones que juntas forman esa que siento tan conocida: La lengua tocando el paladar; los dientes superiores tocando levemente los inferiores; la respiración que algo genera, creo que es un roce casi imperceptible al pasar el aire por la garganta.; la lengua en contacto suave con los dientes; el paladar y su curvatura como un túnel por el cual puede desplazarse la lengua; un pequeñísimo dolor de cabeza, más precisamente detrás de los ojos; un malestar en la panza como el que provoca los nervios y esa sensación de ya no tener el control del cuerpo. Y repito que todo esto ocurre sin consumir alucinógeno alguno y loco no estoy.
En el momento en el que esta sensación se desarrolla me concentro para tratar de entenderla, para descifrar si realmente me pasó alguna vez, si es una alucinación generada por mi cerebro y en realidad estoy más en el sueño que en la vigilia. Lo hago con un miedo tremendo de que por pensar en ello, por querer descubrir ese enigma, se pierda en el intento. Como ese miedo de darse cuenta de que es un sueño, un lindo sueño, y despertarse. Me concentro con cautela y todo sigue desarrollándose, esa combinación de sensaciones continúa y yo con la misma incertidumbre: ¿en qué momento me paso esto antes? ¿Qué es en verdad lo que estoy sintiendo? ¿Es real?
Hoy, con el afán de poder describirlo me levante del sillón en el cual intentaba dormirme, más tarde de lo que había planeado, como un cazador tratando de sorprender a su presa con un zarpazo inesperado luego de estar agazapado inmóvil esperando el momento indicado.
Estuve un largo tiempo dudando si levantarme o no, si intentar describirlo o no. Sabía que en el momento en el que abriera los ojos se me iba a escapar como arena entre los dedos. Que lo que en ese momento tenía mucho sentido lo iba a perder en un segundo ni bien me levante y más aún cuando empiece a intentar escribir todo eso que pensé mientras estaba en ese trance, acostado en ese sillón.
Pensé en alguna alternativa para documentar esa sensación sin necesidad de moverme, sin la necesidad de abrir los ojos, sin alterar en lo más mínimo, o lo menos posible, las condiciones de ese instante y así poder describirlo con total precisión. Todas las alternativas o eran imposibles o no tenía las herramientas para ello. De cualquier manera era necesario que moverme.
Me decidí por la más fácil y la única posible, así que acá estoy. No quería sufrir el arrepentimiento de no haber aprovechado este momento y por lo menos escribir las palabras que en ese momento intentaban describir dicha sensación. Tenía miedo de que se me olvide, que todo este momento se me olvide también.
¡Ya sé! Es como ese sabor o ese aroma (o ambos juntos) que te transportan a un momento de tu memoria, cuando eras chico. Es así, tal cual, eso es lo que me genera esa sensación. Pero no recuerdo a qué momento me remonta, ni siquiera sé si es realmente un “momento” de mi memoria.
Me encantaría por lo menos saber en qué momento me pasó, si es que realmente me pasó alguna vez. Me da una impotencia no poder ni siquiera entenderlo. La horrible sensación que da un enigma sin resolver.
Lo más terrible de todo es que probablemente ahora, cuando vuelva a acostarme y a intentar dormir como lo estaba haciendo hace un rato, esa sensación va a volver.
Quizás sea cierto que hay sensaciones que no se pueden describir con palabras.