Vamos a ver
si reactivamos esto porque no está funcionando o no me está funcionando o no
estoy funcionando.
Lo aclaré en
la publicación anterior, la primera y única hasta hoy, pero no pensé que iba a
ser TAN así. Es que viajando voy conociendo muchas personas y me dan más ganas
de seguir viviendo esos momentos que parar y contarlos. Cada segundo es
irrepetible y ya voy a tener tiempo de compartirlo sea por el medio que sea.
No sé si mi
manera será interesante pero así es. Lo hago porque me gusta por eso lo hago sinceramente
cuando siento las ganas. Si algún día esto se convierte en trabajo tendré que
buscarme otro hobbie.
Esto no va a
ser cronológico, es mera causalidad que la foto que elegí es casi del principio
de mi viaje, el cual recién hace un poquito más de un mes que empezó. Es en Las
Grutas, un lugar muy hermoso y por demás acogedor, por lo menos en mi
experiencia.
En este
momento estoy en Calafate reacomodándome, rearmándome. Más en paz que de
costumbre. Creo que cada tanto es necesario eso, masticar y digerir todo lo que
deglutimos a veces sin tiempo siquiera de mirar. Parar la pelota un cacho.
Día
solitario, después de un tiempo. La mayoría de las personas creen que el que
viaja solo es un solitario (más solo que Kung Fu) hasta algunos me miran con
cara rara cuando les cuento que viajo así, "solo". Si, entre
comillas, porque en realidad es un concepto errado: casi nunca estoy solo,
hasta a veces me cuesta encontrar estos momentos de verdadera soledad física.
Lo lindo de
viajar acompañado es el compartir. Lo lindo de viajar solo es que compartís
quizás hasta con más gente y más variada. Lo no tan lindo de viajar acompañado
es la convivencia en condiciones tan cambiantes, lo que lo hace divertido
también. Lo no tan lindo de viajar solo es que uno va agarrando mañas.
Se extraña,
si. Pero es una pelea de sentimientos que cada tanto se encuentran y por ahora
en cada encuentro que se disputa sigue ganando el viajar. Quizás sea más
difícil para el ser querido que se queda en el lugar de siempre, en la rutina
de siempre, en el hogar de siempre, donde se nota más la falta. Pero tampoco es
fácil para el que viaja, solo que él esta priorizando lo que en este momento le
hace más feliz. El desapego de las personas, del cuerpo físico, definitivamente
creo que es el trabajo más difícil creo, sobre todo cuando el lazo es muy
estrecho.
Lo más lindo
de viajar es que es en el estado en el que siento que todo encaja a la
perfección.
"Cuánto más se aproxima uno al sueño, más se va
convirtiendo la Leyenda Personal en la verdadera razón de vivir."
2 comentarios:
Me encanta :)
Qué belleza la manera en que se expresa usted, viejito!
Una niña mas o menos buena...
Publicar un comentario